Géneros del discurso

Géneros del discurso

  1. El texto

1.1. Definición de texto

Un texto es un producto de la actividad comunicativa humana que se caracteriza por los siguientes rasgos:

- Es una secuencia estructurada de oraciones (a través de diversos mecanismos: conjunciones, repeticiones de palabras...).

- Posee sentido unitario, es decir, un tema al que se subordinan todos los significados parciales de las oraciones que lo componen.

- Es resultado de la intención comunicativa de un hablante, que lo emite en un determinado contexto y que lo dirige a receptor de quien se espera obtener una respuesta.

- En cuanto a la extensión no hay un límite fijo.

Los textos pueden ser escritos o orales. Es evidente que la situación comunicativa varía mucho de una comunicación oral a una escrita y esas condiciones del contexto influye decisivamente en la construcción verbal. La escritura exige al emisor una construcción más detallada y meticulosa de su discurso, pues no puede contar con la información extraverbal ( gestos, miradas, entonación...) de los diálogos, que tanto facilita la comprensión de los mensajes.

1.2. Tipos de texto

No es fácil hacer una clasificación de los tipos de textos que manejamos en la comunicación debido a la enorme variedad que presentan. Sin embargo podemos agruparlos en dos grandes clases:

  1. Los textos (orales y escritos) que pertenecen a la comunicación cotidiana y que aprendemos a usar de formar cotidiana.
  2. Los textos, en su mayoría escritos, que pertenecen a ámbitos más específicos de la comunicación cultural. El conocimiento de estos textos y su uso requiere su análisis y estudio. Aquí se incluyen diversos clases de textos del discurso periodístico, científico, literario, publicitario, etc. El conocimiento y uso de los diferentes textos está en relación con el grado de cultura de los hablantes, con su profesión y con las circunstancias de su entorno. Así, no todos somos capaces de producir o entender un tratado científico o un informe médico.
  1. Propiedades del texto

Tres son las propiedades que configuran el texto escrito:

- Adecuación. Todo texto debe respetar unas normas para adaptarse al contenido de la información que transmita y a los destinatarios a los que va dirigida la información. Ello requiere respetar los siguientes aspectos:

  1. a) Presentación. Se deben guardar ciertos aspectos formales (los márgenes, la cabecera, etc.), destacar los elementos esenciales mediante el subrayado, la negrita, la cursiva, etc; y respetar las reglas ortográficas, morfosintácticas y léxicas.
  2. b) Registro. Consiste en seleccionar el lenguaje más adecuado según la intención del emisor.
  3. c) Propósito. En función de la intención del emisor, éste elige el tema y ordena las ideas para que el receptor capte el mensaje y se produzca en él la intención deseada por el emisor.

- Coherencia. Una de las propiedades que ha de reunir un texto bien escrito es el de ser coherente. La coherencia es la relación lógica que debe de haber entre todas las partes dentro del texto; es decir, todos los enunciados deben de estar unidos por un hilo conductor.

- Cohesión. Se trata de la conexión que existe entre las diversas oraciones, lograda mediante determinados procedimientos gramaticales. Estos procedimientos son la repetición de palabras, la utilización de sinónimos, las sustituciones mediante pronombres y el uso de conectores.

  1. Los géneros del discurso

Cinco son los tipos o géneros del discurso: descripción, narración, exposición, argumentación y diálogo.

  1. 1. La descripción

La descripción es la representación mediante palabras de una realidad física o mental: un objeto, una persona, una ciudad, un paisaje, un ambiente, etc. Normalmente una descripción esta formada por tres elementos:

- La denominación de lo descrito (con sustantivos y pronombres).

- Su situación en el tiempo y el espacio (a través de adverbios de lugar y tiempo, demostrativos, posesivos y artículos).

- La calificación de esa realidad ( por medio de adjetivos, comparaciones y metáforas)

Según la actitud del descriptor, podemos hablar de:

- Descripción objetiva: el autor intenta reflejar lo más exactamente posible la realidad representada.

- Descripción subjetiva: la realidad descrita se presenta distorsionada por el punto de vista del descriptor

Podemos diferenciar cinco grandes tipos de descripciones según el tema representado:

- Prosopografía. Consiste en la descripción sólo de los rasgos físicos ( la edad, la altura, el color de pelo y de los ojos, su ropa, etc.) de una persona.

- Etopeya. En ella se describen exclusivamente las cualidades psicológicas y morales (su forma de ser y comportarse, su personalidad, sus virtudes y vicios, etc.) de una persona.

- Retrato. Se describen tanto los rasgos físicos como los psicológicos de una persona. Se combinan, pues, la prosopografía y la etopeya. Si es el propio escritor el que se retrata a sí mismo nos encontramos ante un autorretrato. Dentro del retrato también podemos distinguir la caricatura: un retrato en el que se exageran los rasgos físicos y psicológicos de una persona con el fin de ridiculizarlos.

- Descripción topográfica. Consiste en la pintura mediante palabras de un lugar.

- Descripción cronográfica. Se trata de la descripción de una época

RASGOS MORFOSINTACTICOS

R. LÉXICOS

FIGUR. LIT.

DESCRIPCIÓN

- Abundancia de sustantivos y adjetivos. Si la descripción es objetiva, dominarán el adje­tivo especificativo, los sustantivos de­notados. Si la descripción es subjetiva, tendrán más peso los significados conno­tativos.

- Verbos en pretérito imperfecto o pre­sente de indicativo de ca­rácter habitual, durativo o atemporal.

- Predominio de construcciones oraciona­les de tipo atributivo, con los verbos «ser», «estar» o «parecer».

- Abundan las relaciones oracionales de coordina­ción y yuxtaposición.

- Referencias deícticas y anafóri­cas de tipo espacial.

A veces, apari­ción de palabras pertenecientes a un mismo campo semántico.

Recursos estilís­ticos relevantes: metáfora, compa­ración, sines­tesia, prosopopeya, me­toni­mia y personi­fi­cación. Estos recur­sos permiten referir con más de­talle la rea­lidad des­crita y pue­den traer sensaciones o valores añadi­dos (connotación).

3.2. La narración

La narración es la exposición de los acontecimientos y sucesos que les suceden a unos personajes en un tiempo y lugar determinados. Las narraciones suelen tener una estructura muy concreta:

- Planteamiento: se presentan los personajes y las situaciones o conflictos en que se encuentran.

- Nudo o trama: se desarrollan los conflictos que se han plantado en la fase anterior.

- Desenlace: se resuelven positiva o negativamente los conflictos de la fase inicial.

En toda narración existen tres elementos básicos: el narrador (la persona que relata los hechos), las acciones que se suceden en un lugar y en un tiempo determinado y los personajes (principales y secundarios) que protagonizan dichas acciones.

Entre los distintos tipos de narrador, señalamos los siguientes:

  1. Narrador en 1ª persona: Cuando quien cuenta lo hechos participa en la historia que cuenta. Distinguimos dos clases:
    1. Narrador-protagonista: La historia la narra el personaje principal.
    2. Narrador-personaje secundario: Narra la historia un personaje secundario, que participa en la historia pero no es el protagonista.
  2. Narrador en 2ª persona: Cuando el narrador cuenta los hechos a un tú que a veces puede ser él mismo, de tal manera que se desdobla. Es una técnica que aparece en la novela contemporánea.
  3. Narrador en 3ª persona: Cuando quien cuenta la historia está fuera de ella. Encontramos aquí, también, dos clases:
    1. Narrador objetivo: El narrador es un mero testigo de los hechos y se limita a narrar aquello que ve, sin poder entrar en el interior de los personajes.
    2. Narrador omnisciente: El narrador describe lo que los personajes ven, sienten o piensan. Lo conoce todo sobre el personaje.

El tiempo de la narración puede presentar un orden cronológico, es decir, que los hechos sigan el orden cronológico, pero también puede empezarse la narración in medias res (comienza narrando el nudo, luego la situación inicial y luego el desenlace) o in extrema res (empieza con el desenlace y reconstruye todo lo sucedido hasta ese momento). En la narración se puede retroceder a un tiempo anterior (flash-back, retrospección o analepsis) o adelantarse para contar hechos posteriores en el tiempo ( anticipación o prolepsis)

RASGOS MORFOSINTACTICOS

R. SEMÁNTICOS

FIGUR. LIT.

NARRACIÓN

-Predominio de las formas verbales que expre­san con precisión el tiempo y el as­pecto (presentes de indicativo, pretéritos per­fectos).

- Según el tipo de narrador, predominará la 1ª o la 3ª persona verbal.

- Pocos adjetivos calificativos.

- Expresiones lingüísticas de tiempo (adverbios, CC de tiempo, or. tempora­les,...).

- Subordinadas sustantivas dependientes de verbos como decir, afirmar, responder.

A veces, apari­ción de palabras pertenecientes a un mismo campo semántico.

A veces aparecen re­cursos estilísticos como metáforas y comparaciones.

3.3. La exposición

La exposición consiste en la explicación de un tema de forma clara y precisa para que el receptor conozca dicho tema. La exposición se desarrolla conforme a un plan establecido:

- Planteamiento: se presenta al lector el tema que se va a tratar.

- Desarrollo: se aportan todos los datos necesarios para explicar de forma extensa, coherente y clara, el tema.

- Conclusión: se enuncian, de forma resumida y clara, las ideas que se han alcanzado en la parte del desarrollo.

La exposición, pues, debe tener estas características: claridad y sencillez, orden, propiedad en el uso de las palabras, corrección gramatical y naturalidad.

Una clase de texto expositivo es el informe, en el que se exponen unos hechos o el estado de una cuestión. El informe debe redactarse con la mayor objetividad posible, sin dar opiniones propias, y deben emplearse palabras neutras, sin ningún tipo de connotación. El informe debe tener las siguientes características: claridad y sencillez, orden, propiedad en el uso de las palabras, corrección gramatical y naturalidad.

RASGOS MORFOSINTACTICOS

R. SEMÁNTICOS

FIGUR. LIT.

EXPOSICIÓN

.

Para conseguir la objetividad:

- Adjetivos calificativos especificativos.

- Verbos: presente de indicativo con valor intempo­ral.

- Oraciones enunciativas ordenadas lógi­camente.

- Oraciones impersonales o de pasivas re­fleja.

- Empleo de la forma «nosotros» en lugar de la pri­mera persona del singular «yo».

Para conseguir la claridad:

- Estructura oracional generalmente sencilla.

- Toda clase de elementos lingüísticos que precisen o aclaren el significado de los sustantivos (CN, or. adjetivas, aposiciones, enumeraciones).

- Or. sub. adverbiales de causa, finalidad y consecuencia.

- Empleo de distintos tipos de marcadores discur­si­vos que organizan la información: en primer lugar, para termi­nar, como conclu­sión, etcétera.

- Predominio de los valores deno­tativos de las palabras.

-Tecnicismos.

- A veces, apari­ción de palabras pertenecientes a un mismo campo semántico.

De vez en cuando el autor utiliza algunas figuras estilísticas, bien para adornar el texto, bien para ex­presar con más preci­sión lo que desea ex­poner.

3.4. La argumentación

En la argumentación se aportan razones o pruebas para apoyar y defender una idea o tesis que expone su autor.

En los textos ar­gumenta­tivos, el emisor nos pre­senta su punto de vista sobre un tema; y, sin em­bargo, en muchas oca­siones trata de presentar su opi­nión como una ver­dad generalmente acep­tada; por eso en ellos se mezcla la objetividad, la claridad y la subjetividad.

Normalmente la argumentación presenta esta estructura:

- Tesis: la idea o planteamiento que se quiere defender; puede aparecer al principio (método deductivo) o al final (método inductivo)

- Cuerpo argumentativo: se aportan las pruebas, razones y datos para convencer al receptor de la falsedad o verdad de la tesis

- Conclusión: se recapitula la argumentación o se extrae una consecuencia con el fin de reafirmar la tesis.

La argumentación muchas veces se combina con la exposición. Sin embargo, en la argumentación se necesita convencer al receptor para lo cual se emplean diversos recursos de captación o adhesión.

Hay varios tipos de argumentación:

- Argumentación positiva o prueba: presentar argumentos que respalden nuestra postura ante el tema de la argumentación.

-Argumentación negativa o refutación: aportar argumentos que sirvan para rechazar los argumentos contrarios a nuestra postura.

Hay varias clases de argumentos:

- Argumentos racionales: aquellos que se basan en las ideas admitidas por la sociedad.

- Argumentos de hecho: se basan en pruebas observables.

- Argumentos de ejemplificación: Se basan en ejemplos concretos.

- Argumentos de autoridad: se basan en la opinión de una persona de reconocido prestigio.

MORFOSINTAXIS

R. SEMÁNTICOS

FIGUR. LIT.

ARGUMENTACIÓN

Elementos que sirven para convencer: subjetividad

- Uso de adjetivos explicativos que implican valo­ra­ción de la realidad.

- Puede estar escrito en primera persona del singular (yo considero), del plural (nosotros consideramos).

- Empleo de expresiones que muestran una actitud de duda, posibilidad, incertidumbre, etc.

Elementos que buscan la adhesión del oyente a las ideas presentadas por el emisor

- Se dirige a él mediante vocativos u oraciones interrogativas.

- Lo introduce en el discurso mediante la utilización de la primera persona del plural nosotros, en un uso denominado plural in­clusivo.

Construcción razonada del discurso

- Importancia de las subordinadas adverbiales causales, consecutivas, condicionales y concesivas.

- Marcadores argumentativos: consecutivos (por lo tanto, de ahí...), de oposición (no obstante, por el contrario, en cambio...); marcadores de orden (en primer lugar, a continuación...), de refuerzo (en realidad, de hecho... ); de concreción (en particular, por ejemplo...).

En estos textos aparecen también muchos de los rasgos lingüísticos unidos a la objetividad.

Subjetividad

- Elección de las palabras en fun­ción de sus valo­res connotati­vos.

Otros rasgos

-Presencia de sustantivos abstractos.

- A veces, apari­ción de palabras pertenecientes a un mismo campo semántico.

En los textos ar­gu­mentativos, co­mo en los textos li­terarios, el emisor utiliza las lla­madas figuras literarias. 

Sin em­bargo, la finalidad de este uso no es la misma en los dos tipos de dis­curso: en los tex­tos literarios, se utilizan para llamar la atención sobre el mensaje, con una fina­lidad estética; en los textos argumenta­ti­vos, el emisor tiene una finali­dad más práctica: adornar su expre­sión para que su discurso resulte con­vincente.

3.5. El diálogo

El diálogo consiste en la reproducción de las palabras emitidas en un acto comunicativo. Se caracteriza por la presencia de dos interlocutores que alternan los papeles de emisor y receptor para expresar de forma alternativa sus ideas o sentimientos. Aunque el diálogo es característico de la lengua oral, también aparece con frecuencia en la lengua escrita, por ejemplo en formas narrativas como la novela o el cuento, en el teatro e, incluso, en el ensayo o la poesía.

El diálogo entre los personajes aparece con frecuencia en los textos narrativos. La forma de introducir dicho diálogo puede hacerse de acuerdo a los siguientes procedimientos:

  1. a) Estilo directo: Cuando los personajes hablan directamente y, por tanto, se transcriben literalmente sus palabras, introducidas por un guión y aclaradas, a veces, por el narrador mediante un verbo de lengua –decir, responder, aclarar, etc...
  2. b) Estilo indirecto: Cuando las palabras del personaje no son transcritas literalmente, sino que mediante una oración subordinada dependen de un verbo de lengua y son modificadas, adaptándolas a las coordenadas temporales del narrador:
    c) Estilo indirecto libre: cuando lo dicho o pensado por el personaje se reproduce pero no textualmente y suprimiendo los verbos de lengua introductorios como decir, pensar, etc.

El diálogo tiene dos variantes:

  1. a) El monólogo: se trata de una variante del diálogo en la que el personaje habla para el mismo, estando en presencia de otros o no.
  2. b) El monólogo interior: es un tipo de monólogo que se centra en los pensamientos y emociones del personaje. Tiene como objetivo mostrar los contenidos de la conciencia, los procesos psíquicos y la organización del inconsciente humano.

El diálogo tiene las siguientes funciones:

  1. Función rítmica. El diálogo, al alternar con la narración y la descripción, contribuye a dotar al texto de un ritmo fluido, pues a) el que intervengan directamente los personajes hace más rápido el relato; y b) el diálogo de los personajes hace la lectura más amena, ya que evita la monotonía de una prolongada intervención del narrador.

2 Función argumental. El diálogo sirve también para contar los momentos fuertes de la trama y, entonces, propicia que la acción avance. Ese diálogo hace que ocurra algo, provoca movimiento, y eso quiere decir que, cuando el diálogo termina, la situación ha cambiado. También puede influir en la intriga, porque los personajes no lo cuentan todo, dicen medias verdades, mienten....

Función informativa. A través del diálogo transmitimos una información referida a situaciones. El diálogo crea, además, ilusión de realidad. La acción se siente más próxima y viva; es como si se desarrollara en presencia nuestra. 

Función caracterizadora. A través del diálogo nos informamos del carácter del personaje, la formalidad de la relación con sus interlocutores, sus objetivos y motivaciones, así como de sus circunstancias sociales y culturales. La palabra revela intenciones, estados de ánimo...

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