La lengua literaria + EJER

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Autor: mirka2
Typ práce: Ostatné
Dátum: 22.11.2021
Jazyk: Španielčina
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La lengua literaria + EJER

  1. La comunicación literaria

Lo que llamamos literatura ( el conjunto de las obras literarias: poemas, cuentos, novelas, dramas, ensayos, etc.) constituye un tipo de comunicación especial.

El emisor, en la comunicación literaria, es el autor: un artista dotado de sensibilidad, cultura, observación y capacidad lingüística, que crea una obra de arte, buscando producir una sensación de belleza, un placer estético. Hasta las obras colectivas o populares y anónimas, son originariamente fruto de un artista creador.

El receptor no es, como en la comunicación ordinaria, un destinatario preciso, sino que se trata del público en general, que acepta o no voluntariamente aquella comunicación, normalmente en busca de placer, entretenimiento o formación cultural e ideológica. Se trata, pues, de un receptor universal.

El canal ordinario es el libro. Pero hay también otros canales orales: la canción y la representación teatral.

El mensaje es la propia obra literaria, que tiene una finalidad estética. Además es unidireccional: en la comunicación ordinaria, el emisor puede convertirse en receptor; en cambio, en la comunicación literaria en mensaje no puede recibir respuesta inmediata del receptor.

El contexto es también muy peculiar. Normalmente, no lo comparten el autor y el lector. Este se enfrenta de ordinario con obras escritas en tiempo anterior (a veces, hace muchos siglos) e, incluso, en lugares muy distintos. Por eso, debe conocer el marco histórico, social y cultural en el que se produjo la obra literaria.

Pero también el código impone una diferencia estricta entre las comunicaciones ordinaria y literaria. El código literario es esencialmente el código común escrito y culto, pero manipulado especialmente por el autor, que actúa sobre él con el propósito de darle una forma especial, la cual falta en la comunicación ordinaria, normalmente sujeta a fines prácticos.

  • La función estética o poética

Como sabes, cada elemento de la comunicación determina una función diferente del lenguaje (expresiva, representativa, conativa, fática, metalingüística y estética). Una de esas funciones, característica de la comunicación literaria, es la llamada función estética o poética. Esta función poética consiste en atraer la atención del receptor sobre la belleza del mensaje. Por eso, el escritor, para atraer nuestra atención, tiene que usar el código de modo extraño, es decir, diferente de su uso normal. Son muchos los medios o artificios que utiliza el escritor en la lengua literaria. El que más llama la atención es el verso, pero hay muchos otros como el empleo de palabras poco usuales, el uso de ritmos marcados, el uso de epítetos, metáforas, repeticiones...

Tradicionalmente, se llaman figuras literarias o retóricas todos estos artificios por los que el mensaje literario se diferencia del lenguaje común.

  1. Figuras retóricas

Entendemos por figuras retóricas aquellos recursos, extraños al uso normal y corriente del lenguaje y que el autor utiliza para dotar al texto literario de belleza y expresividad. Las figuras aparecen, sobre todo, en el lenguaje literario, lo cual no significa que sólo podamos encontrarlas en él. Recuerda que a la hora de analizar las figuras retóricas no es suficiente identificarlas sino que debemos explicar también qué función desempeñan o qué efecto artístico producen, y por qué han sido utilizadas por el autor. Estos recursos pueden ser analizados de acuerdo con los distintos planos o niveles de la lengua. Algunos corresponden al nivel fónico, otros al nivel semántico y otros al nivel morfosintáctico

  • Recursos fónicos

Son los recursos que buscan producir un efecto sonoro que refuerce el tema tratado. Los más frecuentes son:

- La aliteración. Es la repetición de un sonido con la intención de sugerir un efecto sensorial. Ej.:

con el ala aleve del leve abanico

( la repetición de la “l” produce una impresión de jugueteo, de vibración ligera y sutil)

- La onomatopeya. Cuando la aliteración trata de imitar sonidos naturales se denomina onomatopeya. Ej. :

el silbo de los aires amorosos

2.2. Recursos semánticos

Son aquellos recursos que buscar realzar las palabras basándose en su significado. Los más usados son:

- La comparación o simil. Consiste en establecer una relación de semejanza entre dos términos ( el termino que se compara es el término real y aquel con el que se compara es la imagen), unidos mediante una partícula comparativa (como, tal, cual, igual que, etc.). Ej.: “Cruzan, lentas, alargadas, como culebrillas (I), unas nubecitas rojas (R)”.

La comparación no es específica de la lengua literaria. Utilizamos también comparaciones en la lengua ordinaria. Ej.: Eres más lento que el caballo del malo.

- La metáfora. Consiste en denominar una cosa con el nombre de otra, basándose en la semejanza existente entre ambas. Es uno de los más importantes recursos retóricos y el de mayor presencia en el lenguaje literario. Podríamos decir que se trata de la sustitución de una palabra (el elemento real) por otra (la imagen) debido a su semejanza de significado. Ej.: ¡Amapola, sangre de la tierra;/amapola herida del sol,/boca de la primavera azul, amapola de mi corazón) .Son muchos los tipos de metáfora que existen:

- R (el término real) es I (la imagen).

La luna nueva [R] es una vocecita en la tarde [I]

- I de R (por eso, I=R)

El jinete se acercaba/ tocando el tambor[I] del llano[R] (tambor=llano)

- R, I (metáfora aposicional)

Golondrinas [R], breves noches [I],

- I en lugar de R (metáfora pura; sólo se expresa la imagen, el término real debe averiguarlo el lector)

Su luna de pergamino [I]/ Preciosa tocando viene (luna de pergamino=pandereta)

- La metonimia. Se trata de nombrar un objeto con el nombre de otro, pero no por motivos de semejanza, como en el caso de la metáfora, sino por una relación de proximidad entre sus significados. Esta relación puede ser causal, temporal, espacial, funcional, etc. :

  1. a) Mención del efecto por la causa (o viceversa):

Ganarás el pan con el sudor de tu frente (en realidad, con el trabajo, que es causa del sudor)

  1. b) Mención del continente por el contenido:

Me comí todo el plato (lo que se come no es el plato -el continente-, sino el alimento que hay en él)

  1. c) Mención de la materia por el objeto que está constituido por ella:

No me creo nada de lo que dicen los papeles (en vez de los periódicos)

  1. d) Mención del instrumento por la persona que lo utiliza:

Los dos flautas desafinaban como bellacos (es decir, los dos músicos que tocaban la flauta)

  1. e) Mención del autor por la obra:

Tengo un Goya colgado en el salón (en vez de un cuadro pintado por Goya)

Todos los días leo a Pío Baroja (en vez de los libros de Pío Baroja)

  1. f) Mención del nombre de un lugar por los productos que en él se producen:

Me bebí un jerez (un vino producido en la zona de Jerez)

- La sinécdoque. Se trata de un tipo particular de metonimia en la que se designa un todo con el nombre de una parte, o al revés

Era un pueblo de tres mil almas (en vez de personas)

Tenía un rebaño de doscientas cabezas (en vez de animales, o reses)

Es un desgraciado que no sabe ni ganarse el cocido (en vez de los alimentos)

No tengo un real (en vez de dinero)

- La hipérbole. Se trata de la exageración de las cualidades o acciones de algo o alguien. Ej.: No hay extensión más grande que mi herida, / lloro mi desventura y sus conjuntos / y siento más tu muerte que mi vida.

- La antítesis o contraste. Se establece una relación entre dos términos que tienen significados opuestos. Ej.: Yo velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas.

Una variedad muy importante de la antítesis es el oxímoron (el plural de esta palabra es oxímoros), figura en la

cual se colocan en contacto palabras de sentido opuesto que parecen excluirse mutuamente, pero que en el contexto se convierten en compatibles. Ej.: ¡Oh desmayo dichoso! / ¡Oh muerte que das vida!/¡Oh dulce olvido!

- La paradoja. Es una variedad especialmente intensa de la antítesis que consiste en afirmar algo en apariencia absurdo por chocar contra las ideas corrientes, adscritas al buen sentido, o a veces opuestas al propio enunciado en que se inscriben. En realidad se trata de un absurdo aparente que en el fondo esconde una verdad o un modo nuevo de ver la verdad. Ej.: Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero,/ que muero porque no muero.

- La lítote. Sustitución de una expresión por la negación de su contrario. Es una figura muy corriente en la lengua coloquial y normalmente obedece a una intención irónica. Decirle a alguien "No eres muy listo " es llamarle tonto. Ej.: No es muerte cosa forastera.

- La personificación. Consiste en atribuir cualidades humanas a seres inanimados o irracionales. Ej.: En el aire conmovido mueve la luna sus brazos.

- El juego de palabras. Variaciones del juego de palabras son el calambur y la dilogía. El calambur consiste en unir dos palabras o separar una en dos, de modo que tengan otro significado. Ej.: Entre el clavel / y la rosa, / su majestad / escoja. La dilogía consiste en utilizar una palabra con dos o más sentidos al mismo tiempo. Ej.: Salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales; salvo que a ninguno llamaban eminencia.

- La ironia. Consiste en decir algo de tal manera que se entienda lo contrario de lo que las palabras parecen indicar; el contexto o los datos comunes que conocen emisor y receptor dejan bien entendida la verdadera intención de las palabras. Así, por ejemplo, dice el profesor a una clase revoltosa e indisciplinada: "¡Pero qué bien os estáis portando!"; o un marido a su mujer, reprochándole una comida insípida o mal cocinada: "la verdad es que conozco cocineras mejores"; o una chica a una amiga, hablando de la falta de higiene de un conocido: "ese individuo deja un perfume muy delicado a su paso". Si la ironía tiene un tono insultante, cruel e hiriente, se denomina sarcasmo.

- El epíteto. Se trata de aquel adjetivo cuyo significado está ya implícito de alguna forma en el del sustantivo. Ej. verdes prados, sangre roja, cielo azul, agua cristalina.

- La sinestesia. Unión de dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes sentidos. Ej. En colores sonoros suspendidos / oyen los ojos, miran los oídos.

- La perífrasis. Consiste en utilizar una expresión para referirse a una persona, animal o cosa, pero sin nombrarla. Ej. allegados son iguales /los que viven por sus manos/ y los ricos (con esta perífrasis el autor se refiere a los pobres, los humildes)

  1. 3. Recursos morfosintácticos

Se trata de aquellos recursos basados en la estructura de las palabras o en su ordenamiento en la frase. Muchos de ellos son recursos basados en la repetición de palabras o de estructuras sintácticas. Los más frecuentes son:

- La anadiplosis. Consiste en la repetición del elemento final de un grupo de palabras (sintagma, oración o verso), al principio del grupo siguiente. Se utiliza para destacar el significado de la palabra repetida. Ej.: ideas sin palabras /palabras sin sentido.

- La anáfora. Consiste en la repetición de una palabra o grupo de palabras al comienzo de varios versos o de varias oraciones. Se utiliza para enfatizar y también contribuye a crear el ritmo dentro del texto. Ej.: Salid fuera sin duelo / salid sin duelo, lagrimas corriendo.

- La epanadiplosis. Consiste en la repetición de una misma palabra al principio y al final de una frase o verso. Sirve para destacar el significado de la palabra repetida. Ej.: Verde que te quiero verde.

- El hipérbaton (el plural es hipérbatos). Consiste en la inversión del orden que deben tener las palabras según la sintaxis. En todo caso, el hipérbaton será tanto más claro cuanto más fuerce el orden habitual de las palabras. Ej.: Inés, tus bellos, ya me matan, ojos, / y al alma, roban pensamientos, mía,/ desde aquel triste, en que te vieron, día,/ con tan crueles, por tu causa, enojos.

-El quiasmo. Consiste en la colocación de los elementos de la oración en posición cruzada, a menudo para expresar conceptos antitéticos. Los elementos que constituyen esta figura adoptan una disposición simétrica. Ej.: Mira tu blanca frente el lilio bello (adj+sust, sust +adj)

- El paralelismo. Consiste en la repetición de una estructura gramatical en dos o más versos. Ej.: Yo y mi sombra, ángulo recto./ Yo y mi sombra, libro abierto.

- La correlación. Se trata de un tipo específico de paralelismo, muy característico de los escritores del Barroco, que consiste en la aparición de una serie de elementos repartidos a lo largo de un texto (normalmente un poema), los cuales vuelven a surgir al final de la composición, normalmente agrupados en uno o varios versos.

Mientras por competir con tu cabello

oro bruñido al sol relumbra en vano;

mientras con menosprecio en medio el llano

mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,

siguen más ojos que al clavel temprano,

mientras triunfa con desdén lozano

del luciente cristal tu gentil cuello,

goza cuello, cabello, labio y frente,

antes que lo que fue en tu edad dorada

oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o en víola troncada

se vuelva, más tú y ello juntamente,

en tierra, en polvo, en humo, en sombra, en nada.

- La geminación. Consiste en la repetición de una palabra o grupo de palabras en cualquier lugar del texto siempre que estén próximas. Ej.: Leer, leer, leer, vivir la vida / que otros soñaron.

- La concatenación. Se trata de la sucesión o encadenamiento o continuación de dos o más anadiplosis. Ej.: sobre el corazón un ancla/ y sobre el ancla una estrella/ y sobre la estrella el viento / y sobre el viento la vela.

- El polisíndeton. Repetición constante e intencionada de una misma conjunción en la unión de diversos elementos. Ej.: ¿Y ríe y llora y aborrece y ama/ y guarda un rastro del dolor y el gozo / semejante al que deja cuando cruza / el cielo un meteoro?

- El asíndeton. Supresión intencionada de las conjunciones que unen las palabras u oraciones. Ej.: Estabas muy cerca. Sólo / nos separaban diez ríos, / tres idiomas, dos fronteras: / cuatro días de ti a mí.

- La paronomasia. Consiste en la repetición de palabra parónimas, es decir, de palabras de significante parecido. Se trata, por tanto, de uno de los recursos posibles en los juegos de palabras. Ej.:

Le puso el piso en que posa

y ya sin comer se pasa

hondo hastío; no es la casa

lo que quiso... es otra cosa.

Le puso el piso en que pasa

hondo hastío; donde posa

sin coser; es otra cosa;

no lo que quiso; no casa.

Presa del piso sin prisa,

pasa una vida de prosa.

- El pleonasmo. Se trata de una repetición del contenido que resulta superflua o redundante desde el punto de vista informativo, si bien puede aumentar la expresividad del texto. Ej.: Temprano madrugó la madrugada.

- La elipsis. Consiste en la omisión de uno o varios miembros de la oración, que se pueden completar a base del contexto. Es un fenómeno muy corriente en la lengua habitual, y también en la literatura. Ej.: Por una mirada, un mundo;/ por una sonrisa, un cielo;/ por un beso... ¡yo no sé! qué te diera por un beso! (se elide el verbo dar en los tres primeros versos)

- La aposiopesis. Consiste en interrumpir una idea o una serie de ideas, o dejar una frase sin acabar, señalándola con puntos suspensivos o a través de una fórmula adecuada. Ej.: Me siento apresado. Escucha, Elisa... Yo qué quieres que haga... Por favor, tranquilízate... Me gustaría saber explicártelo... Yo qué quieres que le haga...

- Pregunta o interrogación retórica. Se trata de una interrogación que no precisa o de la que no se espera una respuesta, porque la pregunta ya contiene implícitamente su contestación. Es una pregunta aparente que a menudo expresa los afectos del autor. Ej.: ¿Qué se hicieron las damas,/sus tocados e vestidos, / sus olores? /¿Qué se hicieron las llamas /de los fuegos encendidos / de amadores?

  1. Los tópicos literarios

A lo largo de la historia de la literatura, ha habido ciertos temas que se han convertido en lugares comunes, es decir, en ideas que se repiten en textos elaborados en diferentes épocas y lugares. Se trata de “temas o motivos convencionales que utilizaban, como recursos, los oradores y también los poetas, en la elaboración de sus discursos y poemas” durante la antigüedad grecolatina. Estos temas se han mantenido desde la antigüedad hasta nuestros días y los reconocemos con el nombre de tópicos literarios.

Estos son los tópicos más importantes:

Carpe diem o “Aprovecha el día”. La idea central de este tópico se refiere a la necesidad de vivir el presente y disfrutarlo al máximo, antes de que sea demasiado tarde.

Ubi sunt o “¿Dónde están?”. Es la pregunta existencial sobre aquellos seres que formaban parte de la vida de un sujeto y que, por algún motivo, han desaparecido.

Locus amoenus o “Lugar ameno”. Este tópico presenta una visión idealizada de la naturaleza, como un lugar en el que se anhela estar y que es muy frecuente en las églogas del Renacimiento.

Edad de Oro. Se trata del recuerdo idealizado de un tiempo pasado que se considera mejor, en comparación con el presente.

Memento mori o “Recuerdo de la muerte”. Es un tópico asociado a la inquietud humana respecto a la muerte y su cercanía constante. Al recordar que todos somos mortales, se asume la poca importancia de los asuntos terrenales y la igualdad de todos los seres humanos en la muerte.

Colligo virgo rosas o “Corta las rosas, doncella”. Este tópico se refiere a la necesidad de aprovechar la juventud mientras esta etapa de la vida dura, pues en la vejez ya no se disfrutará de la misma manera. La diferencia entre este tópico y el carpe diem es que en este caso se trata específicamente de la belleza del cuerpo joven.

Descriptio puellae o “Descripción de la muchacha”. Se trata de la descripción de la belleza idealizada de una mujer siguiendo un determinado orden.

  1. Métrica

La métrica es la ciencia que se ocupa de la versificación, es decir, de establecer cómo se construyen y combinan los versos y que fenómenos intervienen en su creación. Para el estudio de la métrica, necesitamos explicar estos tres conceptos: verso, estrofa y poema

4.1. El verso, la estrofa y el poema

Llamamos verso a cada una de las líneas que componen un poema, separado de la línea siguiente por una pausa obligatoria, la cual unas veces coincide con la pausa sintáctica y otras veces no. Además, suele tener el mismo número de sílabas que los versos que le preceden o le siguen. También presenta algún o algunos acentos en las mismas sílabas que los demás versos. Y muchas veces, los versos riman; es decir, dentro de un poema, algunos versos próximos han de tener total o parcialmente iguales los últimos fonemas a partir de la última vocal acentuada. Esta igualdad fonológica entre tales versos se denomina rima.

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

La estrofa es el conjunto de versos que se ajusta a una rima y una medida. En el texto anterior todos los versos tienen 11 sílabas, todos tienen acento en la décima sílaba y riman entre sí los versos 1º y 4º, y 2º y 3º. Recibe el nombre del poema la totalidad de la composición. En cuanto a su forma, los poemas pueden ser estróficos, si están estructurados en estrofas, o no estróficos, que no tienen un número fijo de versos.

4.2. La medida

Medir un verso es contar las sílabas que tiene. Se cuenta igual en el verso que en la prosa. Así: Qué-bien-a-la-ma-dru-ga-da (ocho sílabas). Pero, si el verso termina en palabra aguda, se cuenta una sílaba más: El-rí-o-Gua-dal-qui-vir (7+1= 8 sílabas). Y si el verso termina en palabra esdrújula, se cuenta una sílaba menos: Qué-ver-des-es-tán-tus-ár-bol-es (9-1= ocho sílabas). De esta manera, el acento principal del verso cae siempre en la penúltima sílaba métrica.Pero para medir los versos correctamente, es preciso también tener en cuenta los siguientes fenómenos:

  1. Sinalefa: la vocal situada al final de una palabra se une con la vocal inicial de la siguiente palabra; ambas vocales se cuentan como una sola sílaba.

¡Ho-la hi-dal-gos -y es-cu-de-ros (8 sílabas métricas)

De- mi al-cur-nia y- mi- bla-són! (8 sílabas métricas)

  1. Sinéresis: se trata de la reducción a una sola sílaba de dos vocales en interior de palabra que normalmente se consideran como sílabas distintas, es decir, formar un falso diptongo en el interior de una palabra:

Mue-le- pan,- mo-li-no- mue-le

Tren-za,- ve-le-ta,- poe-s-í-a. (en poesía se cuentan tres sílabas, en vez de las cuatro que constituyen la palabra)

  1. Diéresis: el fenómeno contrario a la sinéresis. Consiste en la separación de un diptongo (dos vocales que constituyen una sola sílaba), que pasa a considerarse como dos sílabas distintas. El fenómeno suele señalarse en la escritura poniendo dos puntitos (llamados diéresis o crema) sobre la ï o la ü:

Con -su -can-tar -sü-a-ve -no a-pren-di-do (diéresis en su-a-ve, que normalmente tiene sólo dos sílabas: sua-ve)

Los versos, según su medida, se clasifican en:

  • Versos de arte menor: tienen ocho o menos de ocho sílabas.
  • Bísilabos (2)
  • Trisílabos (3)
  • Tetrasílabos (4)
  • Pentasílabos (5)
  • Hexasílabos (6)
  • Heptasílabos (7)
  • Octosílabos (8)
  • Versos de arte mayor: tienen nueve o más de nueve sílabas
  • Eneasílabos (9)
  • Decasílabos (10)
  • Endecasílabos (11)
  • Dodecasílabos (12)
  • Tridecasílabos (13)
  • Tetradecasílabos (14)
  • Pentadecasílabos (15)
  • Hexadecasílabos (16)

4.3. La rima

La rima consiste en la repetición de ciertos fonemas a partir de la última vocal acentuada o vocal tónica. Si la repetición es total (es decir, afecta a vocales y consonantes), la rima es consonante:

¡Qué bien a la madrugada

correr en las vagonetas

llenas de nieve salada

hacia las blancas casetas

(R. Alberti)

Si la repetición es parcial, porque afecta sólo a las vocales, la rima es asonante:

Madre del alma mía,

qué viejecita eres,

ya los ochenta años

pesan sobre tus sienes. ( rima asonante en los versos pares: -, é... e, -, é... e)

(Salvador Rueda)

Se llaman versos sueltos los que no riman, yendo en una composición donde los restantes versos sí riman (los versos impares en la anterior composición). Los versos blancos son los que se suceden sin que rime ningún verso, pero sujetándose a las restantes normas métricas

4.4. El ritmo

Consiste el ritmo en la repetición de un determinado fenómeno a intervalos de tiempo iguales o proporcionados. El ritmo de una composición poética se logra mediante la repetición de acentos, de pausas y por los encabalgamientos. También las figuras retóricas pueden intervenir en el ritmo en el ritmo.

- El acento. En toda composición poética existe un acento fijo que coincide con la penúltima sílaba del verso. Es el acento estrófico. En tanto que de rosa y azucena // se muestra la color en vuestro gesto

Los demás acentos que aparecen en el interior del verso y marcan su ritmo pueden combinarse de manera diversa. Una vez seleccionada una secuencia, se irá repitiendo a lo largo de un período de la composición, salvo algunas variaciones.

- La pausa es el descenso de la entonación al final del verso o estrofa. En todo poema, pueden aparecer tres tipos de pausa:

Pausa estrófica, que se produce al acabar una estrofa, y que es obligada.

Pausa versal, que se produce al acabar un verso, y que es obligada.

Cesura, que se produce en el interior de los versos compuestos. Suele aparecer en versos de arte mayor que superan las doce sílabas, dividiéndolos en dos partes o hemistiquios. Actúa como la pausa final del verso, por lo que impide la sinalefa y hace que los hemistiquios se midan como versos independientes. Veamos ejemplos de estos tres tipos de pausa: cesura 

Lanzose el fiero bruto // con ímpetu salvaje // ← pausa versal

ganando a saltos locos // la tierra desigual, //

salvando de los brezos // el áspero ramaje, //

a riesgo de la vida // de su jinete real. // ← pausa estrófica

.

- El encabalgamiento consiste en un desajuste que se produce en la estrofa cuando una pausa versal no coincide con una pausa sintáctica. Este desajuste provoca una "tensión" interna en el texto, ya que obliga o bien a romper una unidad sintáctica para respetar la pausa versal o bien a prescindir de esta pausa para mantener la unión sintáctica. Por otro lado, el encabalgamiento no anula en modo alguno la rima. Se produce, pues, encabalgamiento si la pausa separa estos constituyentes sintácticos:

  • un nombre y su adjetivo: ...caminos//

largos...

  • un nombre y el sintagma preposicional que lo complementa: ... caminos //

del bosque...

- un verbo y el adverbio que lo complementa: ...comió //

alegremente... //

- un verbo y su complemento de régimen verbal: ... pienso //

en tu cabello....

- un antecedente y su oración de relativo: los labios //

que acarician...

La ausencia de encabalgamientos se denomina esticomitia.

4.5. El esquema métrico

Un esquema métrico consiste en representar de forma resumida las características de una estrofa o un poema. Se debe tener en cuenta lo siguiente:

  • Se usan letras mayúsculas (A), si el verso es de arte mayor.
  • Se representa con minúsculas (b), si el verso es de arte menor
  • En el caso de que un verso no rime con ningún otro (verso suelto), se señala con una raya ( __).

Podemos partir de este ejemplo:

ESTROFASÍLABASRIMA

Llora, Giraldilla mora, 8 a

lágrimas en tu pañuelo. 8 b

Mira cómo sube al cielo 8 b

la gracia toreadora. 8 a

El esquema métrico será: 8a 8b 8b 8a

Gracias al esquema métrico, podemos clasificar los distintos tipos de estrofas que existen en la poética castellana.

4.6. Tipos de estrofas y poemas

  1. Estrofas de dos versos

- El pareado. Dos versos, de arte mayor o menor, con rima generalmente consonante:

La primavera ha venido. 8a

Nadie sabe cómo ha sido.8a

  1. Estrofas de tres versos

- El terceto. Consiste en tres versos de arte mayor, de los cuales el primero y el tercero riman en consonante; el segundo queda libre. La fórmula de la estrofa es ABA. Si es de arte menor se llama tercerilla.

Avaro miserable es el que encierra, 11A

la fecunda semilla en el granero, 11-

cuando larga escasez llora la tierra. 11A

Normalmente el terceto no se usa solo, sino en series más o menos largas, agrupado con otros tercetos. Esta disposición recibe el nombre de tercetos encadenados, y en ella el verso que queda libre en cada terceto rima en consonante con el primer y el tercer verso de la siguiente estrofa. El esquema de esta estrofa sería, por tanto, ABA-BCB-CDC-...-XYX-YZYZ.

- La soleá. Es una estrofa popular andaluza. Tres versos octosílabos, con rima asonante en el primero y tercero; el segundo queda suelto.

El ojo que ves no es 8a

ojo porque tú lo veas; 8-

es ojo porque te ve. 8a

  1. Estrofas de cuatro versos

- El cuarteto. Cuatro versos de arte mayor con rima consonante ABBA.

Alguna vez me angustia una certeza, 11A

y ante mí se estremece mi futuro. 11B

Acechándole está de pronto un muro 11B

del arrabal final en que tropieza. 11A

- La redondilla. Tiene la misma estructura que el cuarteto pero con cuatro versos de arte menor con rima consonante abba.

La tarde más se oscurece;8a

y el camino que serpea 8b

y débilmente blanquea, 8b

se enturbia y desaparece. 8a

- El serventesio. Es una variante del cuarteto; consiste en cuatro versos de arte mayor con rima consonante ABAB.

Valerosos, enérgicos, tranquilos, 11A

caminan sin dudar hacia un futuro 11B

que tramándose está con estos hilos 11A

de un presente en fervor de claroscuro 11B

- La cuarteta. Consiste en cuatro versos de arte menor con rima consonante abab.

Luz del alma, luz divina, 8a

faro, antorcha, estrella, sol... 8b

Un hombre a tientas camina; 8a

lleva a la espalda un farol. 8b

- La copla. Estrofa de origen popular que consta de cuatro versos de arte menor, generalmente octosílabos. Riman, en asonante y consonante los versos pares y quedan sueltos los impares.

Cada vez que la miraba 8-

salía un sol por su frente 8a

de tantos rayos ceñido 8-

cuantos cabellos contiene. 8a

- La seguidilla. Estrofa de cuatro versos en la que los versos primero y tercero son heptasílabos sueltos, y el segundo y el cuarto pentasílabos son rima asonante o consonante.

Estrellitas del cielo 7-

son mis quereres, 5a

¿dónde hallaré a mi amante 7-

que vive y muere? 5a

- La cuaderna vía. Estrofa compuesta por cuatro versos alejandrinos ( de catorce sílabas ) que riman en consonante, según la fórmula AAAA, BBBB, CCCC, etc.

Cuantos son en el mundo, justos y pecadores 14A

Coronados y legos, reyes y emperadores,14A

Allí corremos todos, vasallos y señores,14A

Y todos a su sombra vamos a coger flores. 14A

  1. Estrofas de cinco versos

- La quintilla. La componen cinco versos de arte menor con dos rimas consonantes, que deben respetar tres normas: no puede haber tres versos seguidos con la misma rima, no puede quedar ningún verso suelto y los dos versos finales no pueden rimar entre sí. El quinteto cumple las mismas condiciones métricas que las de la quintilla, pero con versos de arte mayor.

Vida, pues ya nos cansamos 8a

de andar uno y otro juntos, 8b

tiempo es ya de que riñamos, 8a

y en el trance a que llegamos  8a

vamos riñendo por juntos. 8b

- La lira. Combinación de dos versos endecasílabos (segundo y quinto) y de tres heptasílabos, cuya rima, en consonante, es aBabB. Recibe este nombre por la palabra con la que termina el primer verso de la estrofa inicial del poema A la flor de Gnido, de Garcilaso de la Vega.

Si de mi baja lira7a

tanto pudiese el son, que en un momento 11B

aplacase la ira 7a

del animoso viento, 7b

y la furia del mar en movimiento. 11B

  1. Estrofas de seis versos

- La copla de pie quebrado. También recibe el nombre de copla de Jorge Manrique (debido a que este poeta medieval la utilizó en sus conocidísimas Coplas a la muerte de supadre. En esta estrofa, el tercer y el sexto verso son tetrasílabos y los demás octosílabos; la rima tiene el esquema abcabc.

¿Qué se hicieron las damas, 8a

sus tocados, sus vestidos, 8b

sus olores? 4c

¿Qué se hicieron las llamas 8a

de los fuegos encendidos 8b

de amadores?4c

  1. Estrofas de ocho versos

- La octava real . Consta de ocho versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y con rima consonante, según el esquema ABABABCC.

No las damas, amor, no gentilezas, 11A

de caballeros canto enamorados, 11B

ni las muestras, regalos y ternezas 11A

de amorosos afectos y cuidados; 11B

mas el valor, los hechos, las proezas 11A

de aquellos españoles esforzados, 11B

que a la cerviz de Arauco no domada 11C

pusieron duro yugo por la espada. 11C

  1. Estrofas de diez versos

- La décima. Consta de diez octosílabos, dispuestos según la estructura de dos redondillas unidas por dos versos de enlace; el primero de éstos tiene la misma rima que el último verso de la primera redondilla, mientras que el segundo comparte rima con el primer verso de la segunda redondilla. El esquema es abbaaccddc:

Suele decirme la gente8a

que en parte sabe mi mal,8b

que la causa principal 8b

se me ve escrita en la frente;8a

y aunque hago de valiente, 8a

luego mi lengua desliza8c

por lo que dora y matiza; 8c

que lo que el pecho no gasta 8d

ningún disimulo basta 8d

a cubrirlo con ceniza. 8d

  1. Poemas no estróficos

- La silva. Es una serie indeterminada de endecasílabos y heptasílabos, mezclados según el gusto del poeta. Las rimas se distribuyen también libremente y pueden quedar algunos versos sueltos. La silva clásica suele ser, casi siempre, de rima consonante.

¿Y ha de morir contigo el mundo mago 11A

donde guarda el recuerdo 7b

los hálitos más puros de la vida, 11-

la blanca sombra del amor primero, 11B

la voz que fue a tu corazón, la mano 11A

que tú querías retener en sueños 11B

y todos los amores 7-

que llegaron al alma, al hondo cielo? 11B

- Las silvas en las que el autor repite el mismo esquema estrófico se denominan estancias.

- El romance. Consta de una serie ilimitada de octosílabos, de los cuales sólo los versos pares tienen rima asonante, mientras que los impares quedan libres. Es una forma métrica de amplísimo cultivo en todas las épocas de la literatura española y la versificación más tradicional castellana.

Verde que te quiero verde 8-

verde viento. Verdes ramas. 8a

El barco sobre la mar 8-

y el caballo en la montaña. 8a

Con la sombra en la cintura 8-

ella sueña en su baranda, 8a

verde carne, pelo verde, 8-

con ojos de fría plata. 8a

Verde que te quiero verde 8-

bajo la plata gitana, 8a

las cosas la están mirando 8-

y ella no puede mirarlas. 8a

  1. Poema estrófico

- El soneto. consta de catorce versos, divididos en dos cuartetos y dos tercetos. Es una forma poética procedente de Italia, que fue introducida en las letras españolas por los poetas renacentistas, quienes tomaron como modelo de soneto el establecido por el poeta italiano Francesco Petrarca. Ha sido muy utilizado a lo largo de todas las épocas, y se le considera como la estructura poemática más perfecta y armoniosa. El esquema clásico del soneto petrarquista es el siguiente: ABBA-ABBA-CDC-DCD (dos cuartetos y dos tercetos encadenados). Hay otras combinaciones posibles en los tercetos, como CDE-CDE, CDE-DCE, etc.

Suelta mi manso, mayoral extraño,11A

pues otro tienes tú de igual decoro, 11B

deja la prenda que en el alma adoro, 11B

perdida por tu bien y por mi daño. 11A

Ponle su esquila de labrado estaño 11A

y no le engañen tus collares de oro; 11B

toma en albricias este blanco toro 11B

que a las primeras yerbas cumple un año. 11A

Si pides señas, tiene el vellocino 11C

pardo, encrespado, y los ojuelos tiene 11D

como durmiendo en regalado sueño. 11E

Si piensas que no soy su dueño, Alcino, 11C

suelta y verásle si a mi choza viene 11D

que aún tienen sal las manos de su dueño. 11E

  1. El versículo

Se denomina también versos libre. Muchos poetas contemporáneos escriben poemas sin rima, sin acentos en lugares fijos y mezclando versos de las medidas más variadas. Estos versos que no se sujetan a ninguna exigencia métrica se denominan versículos En estos versos el ritmo se produce por la repetición, muy frecuente, de las mismas palabras, de los mismas palabras, de los mismos esquemas sintácticos, de los mismos significados. Estas repeticiones, dispuestas de modo sugerente y llenas de belleza, hacen que se diferencien de un escrito en prosa.

No me digas

que estás llena de arrugas, que estás llena de sueño

que se te han caído los dientes,

que ya no puedes con tus pobres remos hinchados, deformados por el veneno del reúma.

No importa, madre, no importa.

Tú eres siempre joven,

eres una niña,

tienes once años.

Oh, sí, tú eres para mí eso; una candorosa niña.

  1. Los géneros literarios

Si tenemos presente qué dice un texto (el tema o contenido) y cómo lo dice (su forma), podemos clasificar las obras literarias en distintos grupos o clases a los que llamamos géneros. Los géneros literarios son, pues, los distintos grupos en que se pueden clasificar las obras literarias teniendo en cuenta determinadas características comunes. Ya en el siglo IV a. C., el griego Aristóteles se preocupó por la definición de los distintos géneros literarios. Desde entonces hasta nuestros días han sido múltiples las teorías sobre los géneros literarios, su clasificación y sobre la necesidad de someterse a ellos. Desde el siglo XX la experimentación con los géneros ha sido constante. En cualquier modo, hay acuerdo sobre los tres grandes géneros literarios: la lírica o género lírico, la narrativa o género narrativo y el teatro o género dramático. Otros grandes géneros son la didáctica, el periodismo o la oratoria.

5.1. El género narrativo

Las obras del género narrativo son las que narran los hechos que les ocurren a unos seres reales o imaginarios, los personajes, en un espacio y un tiempo. De ahí que la función del lenguaje predominante en este género sea la representativa o informativa, ya que interesa transmitir un mensaje de forma objetiva y clara.

La exposición ordenada de los hechos que ocurren constituye el argumento o trama del texto narrativo y se ajusta a una estructura: planteamiento (inicio de los hechos, presentación de personajes y situaciones...), nudo o climax (se desarrolla el conflicto entre personajes) y desenlace (resolución del conflicto y final de la historia).

Según la postura adoptada por la persona que narra los hechos, existen varios puntos de vista o enfoques:

  • Si se narra desde dentro, el narrador puede ser alguno de los personajes o incluso el más importante. Se utiliza la primera persona narrativa.
  • Si se narra desde fuera, como observador, puede suceder que el narrador lo conozca todo, incluso el pensamiento de los personajes. Se trata entonces de un narrador omnisciente. Si cuenta simplemente lo que ocurre o lo que ve, se trata de un testigo. En cualquiera de los dos casos se emplea la tercera persona narrativa.

El espacio o lugar donde se sitúa la acción puede ser de distinta clase. Es real si el lugar descrito existe o se basa en la realidad. Es irreal si no existe y es producto de la imaginación. Éste, a su vez, puede ser ideal, si se ha imaginado como un lugar perfecto, o fantástico, si se sitúa en lugares lejanos o inexistentes como galaxias o países imaginarios.

Se suele diferenciar el tiempo o época en la que ocurren los sucesos narrados y el tiempo narrado, es decir, el que nos informa de cómo avanza la ficción. Este es lógico si avanza cronológicamente; en ocasiones se retrocede hacia el pasado (retrospección o analepsis) y, en otras, se avanza y se anticipan hechos del futuro (anticipación o prolepsis).

Los personajes son los seres ficticios creados por el autor. A veces coinciden con personas reales, otras reproducen modelos de conducta y otras son seres totalmente inventados. Podemos clasificarlos según dos puntos de vista: la caracterización y el grado de participación.

  • Por su caracterización los personajes son planos o redondos. Los planos no evolucionan a lo largo de la narración y siempre muestran los mismos rasgos de carácter, manera de actuar, por lo que sus reacciones son previsibles. Los personajes redondos, por el contrario, presentan una gran complejidad psicológica y van evolucionando a lo largo del texto.
  • Por su grado de participación se habla de personajes principales (llevan el peso del conflicto) y secundarios (ayudan a los principales pero no son imprescindibles). Los personajes principales suelen ser el protagonista, al que le suceden los hechos, y el antagonista, que se opone al anterior.

Entre los principales subgéneros narrativos destacan:

  1. a) En prosa

- El cuento. Es un relato breve, con una historia generalmente inventada e ingeniosa. En sus versiones clásicas solía tener una finalidad moralizante y recibía el nombre de apólogo.

- La novela. Es un relato más largo y más complejo que el cuento en la que todos sus elementos están desarrollados con detalle. Expone problemas, relaciones, situaciones, conductas, etc, que viven unos personajes creados por el autor. Podemos distinguir varios subgéneros novelescos según el tema tratado: la novela histórica, sentimental, psicológica, de aventuras, policíaca, de ciencia ficción, etc.

  1. b) En verso

- La epopeya. Narra un hecho de máxima importancia para la historia de un pueblo. Relata sobre todo hechos heroicos propios de una colectividad aristocrática y guerrera. Entre las más importantes destacan La Iliada y La Odisea del poeta griego Homero (s. IX a. C.)

- Los cantares de gesta. Son poemas escritos durante la Edad Media, que narran las hazañas de héroes históricos o legendarios. El más conocido en España es el Cantar del Mío Cid.

- Los romances. Son poemas épicos populares, cantados en un principio por juglares y que desarrollaban un episodio concreto de un cantar de gesta. A partir del siglo XVI, muchos autores han cultivado este género.

5.2. El género lírico

A través del género lírico, el escritor expresa sus sentimientos, pensamientos y reflexiones íntimas y personales sobre algo o alguien. De ahí que predomine la función expresiva o emotiva. El texto poético se caracteriza por: su a) brevedad y concentración, b) su subjetivismo y c) el uso del verso y figuras retóricas

La lírica presenta una doble vertiente: a) la lírica tradicional o popular, generalmente anónima, creada por una colectividad y dirigida a ella misma, b)la lírica culta, más elaborada y compleja, compuesta por un autor concreto y dirigida a despertar la reflexión. No obstante muchos autores cultos también componen poemas de carácter tradicional.

Las obras líricas se pueden clasificar de la siguiente manera:

- La oda. Expresa de forma elevada la reflexión del poeta ante algo que provoca diversos sentimientos en el autor.

- La elegía. Manifiesta un sentimiento de dolor ante una muerte u otra desgracia. Las Coplas escritas por Jorge Manrique a la muerte de su padre, escritas en el siglo XV son un ejemplo maravilloso de este subgénero

- La égloga. Expone los sentimientos de amor del poeta, poniéndolos en los labios de pastores en una naturaleza idealizada.

- La sátira. Composición burlesca en la que se censura vicios o defectos

- Epigrama. Composición breve e ingeniosa de tono humorístico o satírico.

5.3. El género teatral

El género teatral o dramático se basa en la representación de un hecho real o ficticio a través de la actuación y de los diálogos de los personajes que lo protagonizan. El texto teatral se distingue por los siguientes elementos:

- Estructura interna. Las obras dramáticas tienen tres partes o momentos principales: a) introducción, en la que se presenta el tiempo, el lugar, los personajes y la situación inicial; b) clímax o nudo, es decir, el momento en que se produce el conflicto o enfrentamiento entre los personajes principales; c) desenlace, parte en la que se muestra la resolución del conflicto.

- Estructura externa. La obra puede dividirse en actos y escenas. Los actos son las partes en que se divide la obra. Cada acto desarrolla un episodio que ocurre en un mismo lugar y tiempo. Los actos, si son tres, suelen coincidir con la estructura interna: introducción, nudo y desenlace. Los actos, a su vez, se dividen en escenas, que coinciden con las entradas y salidas de los personajes.

- Personajes. Al igual que en la narrativa, pueden ser principales (protagonista y antagonista) y secundarios.

- Técnicas. a) El diálogo entre varios personajes es el medio expresivo habitual; b) el monólogo si el que habla es un solo personaje; c) el aparte cuando un actor o actriz se dirige directamente al público para comentar algo sobre una situación, para añadir una broma, etc., simulando que el resto de personas no lo oye.

Los géneros dramáticos se dividen en:

  1. Géneros mayores
  1. La tragedia. Presenta temas de asunto elevado y personajes, víctimas de grandes pasiones, cuyo destino les conduce a un final sorprendente y desdichado.
  2. La comedia. Ofrece temas ligeros, burlescos. Busca la sonrisa del público, aunque a veces también hace una crítica de la sociedad. Se caracteriza por tener un final feliz.
  3. El drama. Presenta pasiones y conflictos entre personajes, pero de una intensidad inferior a la tragedia. Se acerca más a la realidad del ser humano y a su vida cotidiana. En España se le dio el nombre de tragicomedia. A veces presenta también rasgos de la comedia.
  1. Géneros menores
  1. El auto sacramental. Composición de tema religioso protagonizada por personajes alegóricos (la Virtud, la Justicia...) y que termina con una exaltación del sacramento de la Eucaristía.
  2. El entremés. Obra corta de carácter cómico y popular, que se representaba en los entreactos de una obra larga. El paso es la manifestación más primitiva de este subgénero.
  3. El sainete. Composición larga o breve que refleja costumbres y hablas populares.
  4. La ópera y la zarzuela. Son géneros dramáticos en los que la música tiene una parte fundamental. La ópera es enteramente cantada y presentas temas elevados o trágicos, mientras que la zarzuela, subgénero típicamente español, algunas parte son habladas y tiene un tono más popular

5.4. Los géneros didácticos

Al género didáctico pertenecen aquellas creaciones que pretenden instruir, corregir, persuadir o influir en el lector:

- La fábula. Es una narración corta, con muchas de las características propias del cuento, en verso o en prosa, cuyos personajes (muchas veces animales) presentan una enseñanza útil o moral, que suele manifestarse claramente al final en una moraleja.

- La epístola. Es una carta dirigida a una persona o grupo, con la finalidad de enseñar o moralizar sobre algún tema.

- El ensayo. Es un escrito en el que se expone, se argumenta y se comenta un tema político, filosófico, religioso, etc.

Tema 10 La lengua literaria Ejercicios

  1. Di qué recursos literarios aparecen en los siguientes fragmentos

a)

Yo quisiera escribirlo, del hombre

domando el rebelde, mezquino idioma

b)

Villanos te maten, rey,

villanos, que non hidalgos.

c)

La brilladora lumbre es la alegría,

 la temerosa sombra es el pesar.

d)

Ven, que quiero matar o amar o morir o darte todo.

e)

No más hierro la hiera que el arado,

no más peso la oprima que las mieses.

f)

Sueña, sueña mientras duermes.

Lo olvidarás con el día.

g)

Si el Rey no muere

 el Reino muere

h)

...desnudas las muñecas y los ojos de tiza.

i)

No es difícil llegar hasta ti sin moverse,

ciudad, ni hasta vosotras, alamedas queridas.

j)

Con los tragos del que suelo

llamar yo néctar divino

al que otros llaman vino

porque nos vino del cielo.

k)

Ardientemente helado en llama fría,

una nieve quemante me desvela

y un friísimo fuego me desvía."

l)

Nuestras vidas son los ríos

 que van a dar a la mar

 que es el morir

m)

Fuera menos penado si no fuera

nardo tu tez para mi vista, nardo,

cardo tu piel para mi tacto, cardo

n)

A sus suspiros, sorda;

 a sus ruegos, terrible;

a sus promesas, roca.

ñ)

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas

 como el pájaro duerme en las ramas,

 esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!

o)

Llorando de los ojos, mostrando gran pesar

p)

Aunque me veas por la calle,

también yo tengo mis rejas,

mis rejas y mis rosales.

r)

¿para mi sed no tienes agua?

¿para mi frío cobertor?

¿parco maíz para mi hambre?

¿para mi sueño, mal rincón?

¿breve quietud para mi andanza?

s)

Tanto dolor se agrupa en mi costado

que por doler me duele hasta el aliento.

  1. ¿Cuál es el esquema métrico de los siguientes fragmentos? ¿Qué estrofas o poemas estróficos y no estróficos aparecen?

a)

Que aunque todas las aguas del olvido

bebiese yo, por imposible tengo

que me escapase, de tu lazo asido,

Donde la vida a más dolor prevengo.

¡Triste de aquel que por estrellas ama,

si no soy yo, porque a tus manos vengo!

b)

Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que una fontana fluía

dentro de mi corazón.

c)

Mester traigo fermoso, non es de juglaría,

mester es sin pecado, que es de clerecía;

fablar curso rimado por la cuaderna vía,

a sílabas contadas, que es gran maestría.

d)

Ese vago clamor que rasga el viento

es la voz funeral de una campana:

vano remedo del postrer lamento

de un cadáver sombrío y macilento

que en sucio polvo dormirá mañana.

e)

Cerca del Tajo en soledad amena

de verdes sauces hay una espesura,

toda de hiedra revestida y llena,

que por el tronco va hasta la altura,

y así la teje arriba y encadena

que el sol no halla paso a la verdura;

el agua baña el prado con sonido

alegrando la vista y el oído.

f)

A veces una hoja desprendida

de lo alto de los árboles, un lloro

de las ninfas que pasan, un sonoro

trino de ruiseñor, turban mi vida.

g)

En una noche oscura,

Con ansias, en amores inflamada,

¡oh dichosa ventura!,

Salí sin ser notada,

estando ya mi casa sosegada

h)

Dadme licencia, Señor,

para que deshecho en llanto

pueda en vuestro rostro santo

llorar lágrimas de amor.

i)

Cabalga Diego Laínez

al buen rey besar la mano;

consigo se los llevaba,

los trecientos hijosdalgo;

entre ellos iba Rodrigo,

el soberbio castellano.

Todos cabalgan a mula,

sólo Rodrigo a caballo;

todos visten oro y seda,

Rodrigo va bien armado;

todos guantes olorosos,

Rodrigo guante mallado.

j)

¿Qué se fizo aquel trobar,

las músicas acordadas

que tañían?

¿Qué se fizo aquel dançar,

aquellas ropas chapadas

que traían?

k)

Flor deliciosa en la memoria mía,

ven mi triste laúd a coronar,

y volverán las trovas de alegría

en sus ecos tal vez a resonar.

l)

Flechando vi con vigor

a una ninfa soberana

en el arco de Diana

las saetas del Amor.

El corcillo volador,

con ver su muerte vecina,

aguarda, y la dura encina,

blanco de sus tiros hecha,

en el hierro de su flecha,

besa su mano divina.

m)

Con qué culpa tan grave,

sueño blando y suave.

Pude en largo destierro merecerte

que se aparte de mí tu olvido manso?

Pues no te busco yo por ser descanso,

sino por muda imagen de la muerte.

Cuidados veladores

hacen inobedientes mis dos ojos

a la ley de las horas:

no han podido vencer a mis dolores

las noches, ni dar paz a mis enojos.

Madrugan más en mí que en las auroras

lágrimas a este llano,

que amanece a mi mal siempre temprano;

y tanto, que persuade la tristeza

a mis dos ojos, que nacieron antes

para llorar que para ver. Tú, sueño,

de sosiego los tienes ignorantes...

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