Siglo XIX 1ª parte (1800-1833)

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Autor: mirka2
Typ práce: Ostatné
Dátum: 08.11.2021
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Apuntes de Historia para Maturitas

Siglo XIX 1ª parte (1800-1833)

Carlos IV

Con las políticas reformistas de Carlos III se había conseguido una estabilidad política y prosperidad económica, y su hijo Carlos IV intentó seguir esas políticas con los ministros Floridablanca y Manuel Godoy (militar apreciado por la reina, lo que causó muchos rumores). Pero el impacto de la Revolución Francesa provocó que España abandonara las posiciones ilustradas y se uniera a otras monarquías absolutas europeas contra la Francia revolucionaria.

En política interior, se reprimieron las ideas “afrancesadas” por miedo a la llegada de la revolución a España, y en política exterior se luchó la Guerra de la Convención con Francia, y tras firmar la paz, Godoy decidió aliarse con los franceses en el Tratado de San Ildefonso, que obligó a España a enfrentarse con Inglaterra y a salir derrotados en 1801 y otra vez en Trafalgar en 1805.

Se creó una atmósfera hostil hacia Carlos IV y Godoy por su alianza con Francia y el pueblo empezó a desear la llegada del príncipe Fernando al poder como solución. En este ambiente de crisis, Napoleón presionó a España para pasar sus tropas a la península y conquistar Portugal, aunque su objetivo último era invadir toda la península.

Guerra de la Independencia

En 1808 las tropas entraron en España y se hicieron con el control de las principales ciudades, y se produjo el primer levantamiento popular contra ellos: el Motín de Aranjuez, que obligó a Godoy a exiliarse y a Carlos IV a abdicar en su hijo Fernando VII. Tanto Carlos como Fernando fueron trasladados a Bayona (Francia) y obligados a ceder la corona al hermano de Napoleón: José I Bonaparte. El 2 de mayo de 1808 el pueblo se levantó contra los franceses en Madrid y dio comienzo la Guerra de la Independencia.

Al principio, al no tener un gobierno claro, los españoles se organizaron en Juntas locales y provinciales que eligieron una Junta Suprema Central con el ministro Floridablanca a la cabeza. Es la primera vez que el pueblo español participa de un gobierno soberano, aunque el objetivo era la vuelta de Fernando VII al trono, y por tanto el absolutismo.

Esta Junta tuvo el apoyo de Portugal e Inglaterra, enemigos de Napoleón, que buscaban acabar con su hegemonía continental.

De junio a noviembre de 1808 la resistencia obligó a José I a abandonar Madrid y refugiarse al norte del río Ebro, y se produjo la primera derrota de Napoleón en campo abierto en la batalla de Bailén.

De noviembre de 1808 a junio de 1812, Napoleón lanzó una gran ofensiva para dominar las grandes ciudades y vías de comunicación, por lo que fue en esta etapa cuando se intensificó la guerra de guerrillas. La marcha de Napoleón al frente ruso en 1812 redujo el número de tropas francesas en la península.

De junio de 1812 a diciembre de 1813, se llevó a cabo la ofensiva aliada, al mando del duque de Wellington, que marcó el final de la guerra con la expulsión de los ejércitos napoleónicos y José Bonaparte.

Constitución de Cádiz

La Junta Suprema Central actuó como gobierno hasta 1810 contra el gobierno napoleónico de José I. En 1810, en Cádiz, la junta se disolvió se nombró una Junta de Regencia que convocó unas Cortes. Los miembros de las Cortes fueron elegidos por las Juntas provinciales y por los exiliados de cada provincia en Cádiz, la ciudad más liberal de España. Este sistema favoreció que los liberales dominaran las Cortes aunque el pueblo y la aristocracia seguían siendo partidarios del Antiguo Régimen.

Las Cortes asumieron la soberanía nacional y trabajaron para crear la primera constitución de la historia de España. Esta constitución fue aprobada en 1812 y se basaba en: soberanía nacional, división de poderes, igualdad de derechos ante la ley, garantía de libertades (excepto la religiosa, el catolicismo seguía siendo religión única), y monarquía constitucional con Fernando VII como rey legítimo.

Además, se aplicaron reformas sociales y económicas, como la libertad de prensa o el fin de la Inquisición, aunque todas estas ideas no tuvieron aplicación práctica, primero por la situación de guerra y después porque la sociedad española era principalmente agrícola. Cuando Fernando VII volvió del exilio en 1814, derogó la constitución y restauró el absolutismo, aunque la Constitución de Cádiz siempre quedará como un símbolo del comienzo de las ideas democráticas y liberales en España.

Fernando VII

Cuando Fernando VII volvió en 1814, comenzó un periodo de gran represión política contra los liberales y se intentó volver al reformismo ilustrado. Esto no ayudó al país a recuperarse de la situación económica de posguerra, y además, la lucha por la independencia de las colonias americanas originó grandes gastos militares y el fin de la llegada de ingresos desde las mismas.

Esta inestabilidad provocó pronunciamientos de militares de ideología liberal, para intentar cambiar el sistema político. Con la guerra, el ejército ya no era el ejército del rey, sino el ejército nacional.

Trienio Liberal

En 1820, el comandante Rafael del Riego y el coronel Antonio Quiroga, destinados a viajar a América, proclamaron la Constitución de Cádiz, y ante el descontento del ejército, Fernando VII se vio obligado a jurarla y a convocar las Cortes.

Se recuperó parte de las leyes de Cádiz, la reforma educativa, fiscal, las desamortizaciones, etc., pero el proceso fue un fracaso por varios factores:

La minoría liberal no tenía apoyo popular, y además se dividieron en moderados y exaltados según sus opiniones.

El funcionamiento del sistema era complejo, no se definían claramente las funciones del rey y del gobierno.

La oposición absolutista fue constante, tanto desde la nobleza como desde el clero, que vio reducido su poder económico y su control sobre la educación.

La oposición de los campesinos fue importante por culpa de los impuestos, y porque no se beneficiaron de las desamortizaciones al no poder pagar las tierras.

Esta época terminó con una intervención militar extranjera organizada por los países absolutistas europeos que habían participado en el Congreso de Verona. Los “Cien mil hijos de san Luis”, un ejército francés, restauraron el absolutismo.

Década Ominosa

Tras la vuelta del absolutismo, Fernando VII hizo una depuración política con numerosas ejecuciones, como la de Riego o la de Mariana Pineda, pero tuvo que hacer ciertas concesiones para mantenerse en el poder, con reformas administrativas que no consiguieron nada.

Este absolutismo moderado le comportó la oposición tanto de los liberales como de los absolutistas más exigentes, sobre todo en el mundo rural. Éstos apoyaban la llegada del hermano del rey, Carlos, ya que Fernando no tenía hijos.

En 1830, el nacimiento de Isabel cambió la situación. El rey aprobó una Pragmática Sanción para anular la Ley Sálica que impedía reinar a las mujeres, anulando las pretensiones monárquicas de su hermano y provocando un conflicto dinástico: la oposición de los Carlistas obligó a Fernando VII a apoyarse en reformistas y liberales moderados para asegurar el trono de su hija, lo que provocaría varias guerras a lo largo de todo el siglo XIX. La muerte del rey en 1833 desembocó en la primera guerra carlista, poniendo fin al sistema absolutista en España.

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